Palma Soriano.- Esta parte del oriente cubano tiene historias amargas del paso de huracanes y el reciente, nombrado Melissa, con categoría tres, no ha sido la excepción. Es sobrecogedor lo que la tierra del Cauto ahora experimenta como consecuencia de sus fuertes rachas de vientos aquí pero una vez más se impone levantarnos y la esperanza de seguir adelante.
Palma Soriano.- La Cultura Cubana está viva. Está impregnada en el ADN de los cubanos que viven en la isla y en los que forman parte de la llamada diáspora en cualquier latitud del mundo. La Cultura Cubana no solo es Patrimonio, sino actitud, es mirar la vida desde ella con sabor, ritmo y coraje.
Palma Soriano.- La figura del patriota cubano Perucho Figueredo perdura grabada en la memoria y corazón de los lugareños. Es 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana. Su historia de vida como militar, padre, ser humano, bayamés culto y defensor de los ideales de independencia de la nación lo motivaron para crear las líneas de La Bayamesa, devenidas luego en nuestro Himno Nacional.
Palma Soriano.- Una de las ponencias del primer evento aquí “Memorias culturales de Palma Soriano” presentó la temática referida al cuidado y preservación de las tradiciones carnavalescas, las que en esta parte del oriente cubano son de antaño, la mayoría, y reconocidas, admiradas por nuestro pueblo. El llamado ahí fue a preservarlas.
Palma Soriano.- Vencedora de desafíos cotidianos suele ser la mujer rural cubana y, en particular, la palmera. No ha despertado el Sol y con los restos del cansancio de la jornada anterior ya despierta para enfrentar un nuevo día. No sabe lo que le espera, pero su fe la mantiene firme para llegar a varias metas. Primero, cuela café, se asegura que sus hijos vayan a la escuela, su esposo o miembros de la familia le acompañan en este propósito.
Palma Soriano.- Es 20 de octubre y en esta fecha, pero de 1927 nace en Encrucijada, provincia Villa Clara, el héroe Abel Santamaría Cuadrado, joven de elevada confianza de Fidel para las acciones del 26 de julio, de cuyo Movimiento fue el Segundo al mando, de probada entrega y confianza absolutas y, por demás símbolo para las nuevas generaciones de cubanos.
