Palma Soriano.- El término «armonía» deriva del griego ??µ???a (la diosa Harmonía), que significa ‘acuerdo, concordancia’y este del verbo ??µ??? (harmozo): ‘ajustarse, conectarse.
La naturaleza tiene armonía, es decir posee un ordenamiento que no es estático, sino que está en permanente movimiento e interactúan en ella ciertas fuerzas o principios elementales. La armonía es, en cierta manera, sinónimo de equilibrio y estabilidad, pero se diferencia de estos dos términos en el sentido de que abarca más cosas y entre ellas está el hecho de que afecta sensiblemente y benéficamente a nuestro estado de ánimo, a nuestros sentidos y en especial a nuestros sentimientos.
A la luz de los valores y las virtudes, podemos definir a la armonía como el valor que permite al hombre entrar en un vínculo, en una relación de dar y recibir con todas las cosas que le rodean y con sus semejantes, produciéndose un estado de satisfacción y bienestar (interior y exterior), tanto en sí mismo, como en los otros seres con quien éste se relaciona.
La toma de conciencia de este valor, su búsqueda y la puesta en práctica en la vida cotidiana, hace que el sujeto incorpore la armonía como virtud, convirtiéndose en una persona armoniosa en su quehacer diario. Cuando observamos una correspondencia o reciprocidad en el vínculo formado entre dos o más seres o cosas, decimos entonces que hay armonía en sus relaciones.
El carácter armonioso de un individuo consiste en su capacidad de adaptarse activamente a las circunstancias (adaptabilidad); de su flexibilidad al confrontarse con las diferentes maneras de pensar, sentir y actuar de otras personas y su habilidad de expresarse ante los demás, con valores tales como la elocuencia, la amabilidad, el tacto, y la bondad.
Es necesario orientar a los padres de familia para que formen bien la personalidad de sus hijos, y así evitar y disminuir los traumas psicológicos, para que en el futuro los hijos no distorsionen su conducta.
Todo esto basado en los valores de vida que son: la verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonía, la vida. Teniendo como meta que las familias vivan en armonía familiar en sus hogares.
Al conocer estos factores y meditar sobre ellos, podemos proveernos de una guía u orientación correctas para ir en búsqueda de una óptima armonía.